Quienes tuvieron la oportunidad de visitar la Plaza de Armas de Cusco observaron que, además de la bandera peruana, había una de siete colores. Este es el de la misma ciudad que se creó para su uso en el Tahuantinsuyo. Sin embargo, diversas investigaciones han demostrado que el Imperio Inca no tenía el concepto de “bandera”. A continuación, te mostraremos cómo se dieron los orígenes de lo que sabemos sobre el logo final de Cusco.
Todo nace para la emisora local
En 1973, cuando la famosa emisora de radio Tahuantinsuyo celebraba su 25 aniversario, el locutor Raúl Montesinos Espejo diseñó lo que ahora se conoce como la bandera del Cusco, que viene en rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y morado. Cinco años después, el propio gobierno de la ciudad de Cusco adoptó formalmente la propuesta. Todo sucede dentro del marco que lo contempla, considerado también el sello distintivo del Tahuantinsuyo.
La bandera cusqueña tiene cierta relación con el arcoíris, aunque su concepto e idea tienen su origen en los símbolos de algunos pueblos andinos durante la época inca. Inspirándose en la wiphala, Montesinos Espejo da vida a la bandera cusqueña.
Un concepto que termina siendo una nueva idea
Montesinos Espejo está inspirado en la wiphala (“signo” en aymara), que da vida a la bandera cusqueña. Esta es una insignia a cuadros con 49 cuadrados, cada uno pintado en uno de los colores del arcoíris. Con eso en mente, para dar paso a la bandera actualmente conocida como Cusco. Fue recién en el siglo XXI que el logo de la ciudad del Cusco cambió levemente. Fue modificada por decreto de los consejos provinciales y municipales e incorporó el sol de Echenique a la bandera (parte central).
¿Qué es Echenique Sun? Considerado patrimonio cultural del Perú, es un adorno utilizado en la época preincaica y portado por quien lo porta.
